Ya os comenté en otro post que para mi las auténticas patatas bravas son las que he comido de siempre en los bares de mi ciudad natal, las patatas bravas con alioli. Pero aunque para mi estas son las auténticas, no dejo de reconocer que no lo son para todo el mundo. De hecho, estas que os presento hoy llevan una salsa brava muy auténtica.
Esta salsa la realizó mi marido (con algo de ayuda) para una reunión con amigos. En esa ocasión les tocaba cocinar a los chicos, y el mío eligió un plato sencillo pero seguro. Claro ¿A quien no le apetecen unas buenas patatas bravas? Pues eso. Él sacó la receta de el mercado calabajío, un blog que recomiendo encarecidamente, por sus buenas recetas que tienen y mejores explicaciones. La receta original sufrió alguna variación, pero más o menos es la de ese blog.
Receta de patatas con salsa brava
INGREDIENTES
- 2 ó 3 patatas grandes
- 1 cebolla
- 1 diente de ajo
- 250 gr de salsa de tomate casera (si no tienes, utiliza una conserva de buena calidad)
- 1 trocito de jamón serrano sin hueso
- 1 cucharada de harina
- 1 cucharadita de azúcar
- 1 cucharadita de pimentón picante o dulce (al gusto)
- 1/2 Cayena
- 1 chorro vinagre jerez
- aceite de oliva virgen extra
- sal
PREPARACIÓN
Lo primero que haremos será preparar la salsa. Para ello, pelamos la cebolla y la cortamos en gajos. Pelamos el ajo y lo cortamos en rodajas no muy finas y lo rehogamos junto a la cebolla, la cayena y el jamón en una sartén con un chorro de aceite. Lo haremos a fuego lento, vigilando que no se queme. Cuando tengamos la cebolla pochadita, añadimos la harina y el pimentón removiendo bien para evitar que se queme.
A continuación añadimos el tomate, sazonamos y lo dejamos cocer moviendo de vez en cuando durante 10 min. A continuación añadimos el vinagre y mezclamos bien. Sacamos el trocito de jamón, pasamos la salsa por la batidora y reservamos.
Ahora les toca el turno a las patatas. Las pelamos y cortamos en dados irregulares o en rodajas (eso va a gustos). Las ponemos en un plato y lo tapamos con film transparente. Metemos las patatas en el microondas un par de minutos para que se cuezan un poco y nos queden blanditas por dentro.
Ponemos abundante aceite en una sartén y lo calentamos. Cuando esté caliente, vamos friendo las patatas por tandas hasta que estén doradas y crujientes por fuera. Las sacamos y las ponemos en un papel de cocina para eliminar el exceso de aceite y sazonamos. Las ponemos en un plato y las rociamos con la salsa brava casera auténtica. Sírvelas con una cerveza, una sangría, limonada, refresco… o lo que sea que te apetezca.
