Hace poco fue el cumpleaños de mi cuñada. Cumplía 50 años y quise hacerle algo especial. Le regalé un album de fotos enteramente hecho por mi (¡hice hasta las tapas!).
Pero como este es un blog gastronómico, creo que os interesará más las galletas que le preparé. Hice una caja de galletas con forma de señal de tráfico “prohibido más de 50″. Un guiño simpático sobre la edad, que mi cuñada agradeció. Evidentemente, se puede aprovechar la idea para hacerlo a otras edades (los 40, por ejemplo) o para una persona que se acaba de sacar el carnet de conducir.
La receta es similar a la de flores de galleta, pero aquí os la vuelvo a poner para que os resulte más sencillo.
Receta de galletas para un 50 cumpleaños
INGREDIENTES
Para la masa de galletas (salen unas 25 galletas)
- 400 gr de mantequilla
- 200 gr de azúcar glass
- 2 huevos
- 700 gr de harina
- 2 cucharaditas de aroma de limón o esencia de vainilla
Para la decoración
- fondant de nubes blanco
- fondant de nubes rojo
- rotulador comestible negro
- leche condensada
PREPARACIÓN
Preparación de la masa de galletas
Todos los ingredientes tienen que estar a temperatura ambiente. En un bol ponemos la mantequilla y el azúcar y batimos bien con unas varillas. Cuando tengamos una crema, añadimos el huevo y seguimos batiendo para que se integre bien. Añadimos también el aroma de limón o del sabor que prefieras (vainilla, coco…) y batimos. Por último añadimos la harina tamizada y batimos con una espátula para que no nos coja aire y la galleta quede fina. También podemos acabar amasando a mano, de esta manera conseguiremos una masa más uniforme.
Cuando ya tengamos la masa hecha, la envolvemos en film transparente y la guardamos en la nevera como mínimo 2 horas. También se puede hacer de un día para otro. En realidad, metemos la masa en la nevera para que la mantequilla se una bien al resto de ingredientes y para que cuando metamos las galletas en el horno no se nos deformen.
Después de reposar la masa en la nevera, la sacamos y las dejamos unos 10 minutos a temperatura ambiente para que se ablande y no nos cueste tanto estirarla. Con ayuda de un rodillo vamos estirando la masa hasta que tenga un grosor de unos 6 ú 8 mm. Con ayuda del molde redondo o de una copa, vaso o taza, vamos cortando las galletas y poniéndolas en una bandeja de horno forrada con papel de horno.
Metemos las galletas en el horno precalentado a 170º C unos 12 minutos. Sabrás que las galletas están hechas cuando la superficie deje de brillar o los bordes empiecen a tostarse.
Decorar las galletas
Estiramos el fondant blanco con ayuda del rodillo, dejándolo muy fino y lo vamos cortando con el mismo molde con el que hemos cortado las galletas. Hacemos lo mismo con el fondant rojo, solo que lo cortaremos en tiras para luego ponerla alrededor de la galleta.
Pintamos las galletas con leche condensada para que el fondant se pegue a la galleta. No pongas mucho (que no llegue a los bordes). Ponemos el círculo de fondant blanco encima de la galleta y presionamos un poco para que se adhiera. Para evitar que la galleta se rompa al presionar, la pondremos encima de un trapo de cocina o una superficie que amortigüe la presión. Luego colocamos el fondant rojo alrededor y presionamos para que se adhiera.
Con un rotulador comestible, solo nos queda escribir el 50 en el centro de la galleta.
Solo queda escoger una caja bonita y poner las galletas dentro. Para que no se pegaran, puse papel encerado entre unas y otras, pero al final las galletas se engancharon un poco al papel y el fondant rojo se volvió un poco pegajoso. Creo que es porque utilicé colorante en polvo en lugar de en gel, ya que al blanco no le pasó nada. Lo tendré en cuenta para la próxima ocasión.
