Mi abuela hacía rosquillos cada año por Navidad . El año pasado yo también los hice y me encantó recordar las sensaciones de mi infancia a través de la comida.
Este año he hecho rosquillas, que se parecen bastante a los rosquillos que hice el año pasado, pero estos llevan huevo, que hace que no se pongan duras tan pronto. Aunque con lo buenas que están casi no hemos tenido tiempo de comprobarlo.
A mi me gusta hacer estos postres en épocas Navideñas, aunque se pueden disfrutar en cualquier época del año. Acompañadas de un vaso de leche se convierten en un desayuno o merienda ideal para los niños (y para los no tan niños). Espero que os gusten.
Receta de rosquillas
INGREDIENTES para unas 25 unidades
- 400 gramos de harina
- 150 gramos de azúcar
- 1 huevo
- 1 cucharadita de levadura en polvo
- 2 cucharaditas de licor de anís
- 4 cucharadas de leche
- 4 cucharadas de aceite
- aceite para freír
- azúcar glass para decorar
PREPARACIÓN
En un bol batimos el huevo. Cuando esté batido añadimos la leche, el aceite y el anís y seguimos batiendo hasta que todos los ingredientes se hayan mezclado. Añadimos el azúcar junto con la levadura y continuamos batiendo hasta que estén todos los ingredientes mezclados. Añadimos la harina poco a poco y vamos mezclando hasta conseguir una masa maleable. Con la masa haremos “churros” o cilindros de medio centímetro de diámetro más o menos. Cortaremos los “churros” en bastones de unos 10 cm de largo. Uniremos las puntas de los bastones formando rosquillas con ellos.
Pondremos abundante aceite en una sartén a fuego medio y cuando esté caliente iremos friendo las rosquillas por tandas hasta que veamos que se hinchan. En ese momento subimos el fuego para que se doren. Cuando estén doradas las sacamos y las ponemos encima de un papel de cocina absorbente y continuamos friendo el resto de rosquillas. Para acabar espolvorearemos las rosquillas con azúcar glass.
