Se nos acaba el verano y con él uno de los tópicos estivales para muchos españoles, ir al chiringuito de la playa y tomarse algo a orillas del mar.
El primer chiringuito de España se llama, como no, el Chiringuito, y se encuentra al final del paseo marítimo de Sitges. Fue fundado en 1913 como puesto de bebidas para los pescadores. Desde entonces ha acogido a mucha gente, incluso ha sido un lugar de encuentro de pintores, intelectuales y artistas.
Origen del nombre
En Cuba, los trabajadores de las plantaciones de caña metían el café en una media y luego la apretaban para que saliera un chorrito. Al chorro le decían chiringo, y de ahí chiringuito, un chorro pequeño, en este caso de café.
Los indianos, emigrantes que hicieron las américas y volvieron cargados de dinero, costumbres y vocabulario nuevo, cuando pedían un café, decían “ponme un chiringuito”.
La expresión fue popularizada en España por César Gonzalez Ruano (periodista y escritor), quien vivió unos años en Sitges. Acostumbraba a ir todas las mañanas a escribir a este local de la playa y lo bautizó con el nombre de “Chiringuito”.
No he encontrado mejor manera para despedir el último fin de semana del verano que tomándome unas tapas en el chiringuito más antiguo de España.
Adiós verano, hasta el año que viene.
M’encanta el post, que bonic acomiadar-se de l’estiu amb aquest lloc tan emblemàtic. Desconeixíem el chiringuito, i ja em pres nota per l’estiu vinent!!
Muac.
Muy interesante el tema y como Cesar Gonzalez Ruano creó el nombre de chiringuito. A los efectos de la antiguedad de los establecimiento de playa, adjunto la cita sacada de la web Kguia Visita Malaga sobre las sardinas al espeto como majar tipicamente malagueño
“… En el siglo XIX, Miguel Martínez Soler, conocido popularmente en Málaga como ´Migué el de la sardina´, creó en la zona de El Palo el primer merendero del que se tienen noticias sobre la venta de este pescado. La Gran Parada acogía entonces a la gente proveniente tanto del occidente como del oriente andaluz, que llegaban por la carretera de Almería que discurría junto a la costa. Los burgueses eran los principales consumidores de los espetos de sardinas entonces. De hecho, la propia maharaní de Kapurthala, Anita Delgado, y su padre acudieron al famoso chiringuito cuando ella era niña.
El establecimiento de Miguel despertó la atención de sus contemporáneos, y en enero de 1885 recibió la visita del monarca Alfonso XII, quien se “atrevió” a comerse las sardinas con cuchillo y tenedor, a lo que el dueño del merendero le respondió: “Majestad, asina no, con los deos”… ”
Un saludo
Gracias por tu comentario Juan José, siempre aportas algo interesante.